River Plate campeón de la Copa Argentina

Buenos Aires (PL).- En una final trepidante, River Plate se consagró campeón de la Copa Argentina de fútbol al vencer por 4-3 a Rosario Central.
De esta forma, el conjunto conducido por Marcelo Gallardo sumó su octavo título desde que regresó a la División A. Rosario Central, por otra parte, acumuló su tercera final con derrota, de manera consecutiva.
El partido en sí fue atrapante, electrizante, vertiginoso, con un resultado que cambiaba de dueño de manera constante, y un trámite poblado de errores, en parte producto del mal estado del campo.
River debió superar varios exámenes anímicos para quedarse con este trofeo. En primer lugar, venía de perder el clásico ante Boca Juniors, como local, por 4-2 después de estar en ventaja 2-1.
Aún en la final contra Rosario Central, también comenzó arriba y luego estuvo dos veces abajo en el tanteador (2-1 y 3-2).
Por eso entendemos que el factor anímico fue una de las claves de este River. Nunca se rindió. Párrafo aparte para Lucas Alario, que marcó tres goles.
La otra gran clave: La lectura de partido del entrenador Gallardo y el acierto con los cambios. Contrario a lo que había pasado el domingo ante Boca.
Para el entrenador también fue una bálsamo este resultado. Algunos se habían animado a criticarlo por las variantes realizadas en el clásico. Algo francamente increíble.
En esta oportunidad «El Muñeco» entendió que a Central le dolían los centros al área y mandó a la cancha a los delanteros Iván Alonso y Rodrigo Mora. Los dos últimos goles de River llegaron por vía aérea.
Ahora llega el momento de analizar al equipo rosarino, que pierde -insistimos- la tercera final consecutiva.
Cada una con sus particularidades. La del 2014 por penales ante Huracán. La del 2015 ante Boca, despojados por un mal arbitraje.
En esta final de 2016 le cobraron dos penales en contra, pero no hay discusión en ninguna de las dos faltas, y tampoco en la expulsión de Marco Ruben.
Sólo se puede reclamar un penal no cobrado a Teófilo Gutiérrez, con el partido 0-0. Aunque nadie podría decir que esa jugada cambiaba el partido, cuando se trata de un partido que cambió tantas veces.
Sí se podría decir perfectamente que el equipo de Eduardo Coudet no supo cerrar un duelo en el que estuvo dos veces arriba.
Cerrar un partido implica tener jugadores con la jerarquía necesaria para lograr eso. Al cuadro rosarino le faltan esos futbolistas.
Extrañó demasiado a Alejandro Donatti (transferido a Brasil) y Mauricio Pinola (lesionado), hombres que garantizaban el juego aéreo, principal falla en esta final.
Este es uno de los mayores problemas del cuadro «Canalla»: Desarmó su base y no se reforzó en el mismo nivel. Nery Domínguez fue otra baja fundamental, igual que Franco Cervi, transferidos a México y Portugal, respectivamente.
Los refuerzos que llegaron al club rosarino no cubrieron ese espacio. Tres centrales como Dylan Gizzy, Marco Torsiglieri y Hernán Menosse, que hasta ahora no brindan seguridad.
Un arquero suplente, como Diego Rodríguez. ¿Necesita Central contratar un portero suplente? ¿No puede encontrarlo en sus divisiones menores? Increíble.
Finalmente, Teófilo Gutiérrez. Un hombre que desde que llegó a Rosario Central, sólo se le recuerda el gol a Boca, el gesto por el que lo expulsaron, y muy poco más.
En esta final, es cierto, le cometieron un penal -no sancionado- y tiró el centro para el gol del 2-1. Jugó el partido más pendiente de la tribuna de River, que de sus propios compañeros.
Es legítimo que Gutiérrez guarde un cariño por River, pero el problema es que ahora juega en Central.
Además, si quería tanto al Millonario, ¿por qué no se quedó a jugar las semifinales y finales de la Copa Libertadores-2015, en lugar de emigrar a Europa?
A modo de conclusión: Rosario Central perdió una nueva final, y en este caso le queda la sensación de haberla perdido por errores propios.
Para completar el panorama, se queda sin entrenador, porque Eduardo Coudet anunció que deja su cargo.
River, mientras tanto, cosechó un nuevo trofeo para sus vitrinas y ya piensa en la Copa Libertadores-2017.

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